Dr. Strangelove vs Fail-Safe
Fail – Safe
Punto Límite
columbia pictures 1964
director: Sidney Lumet
guión: Walter Bernstein (basado en la novela de Eugene Burdick y Harvey Wheeler)
reparto
Henry Fonda: El Presidente
Dan O’Herlihy: Gen. Brig. Warren A. Black
Walter Matthau: Prof. Groeteschele
Larry Hagman: Buck
Fritz Weaver: Cor. Cascio
Frank Overton: Gen. Jack Grady
Ed Bins: Cor. Jack Grady
Sorrell Booke: Congresista Raskob
Hildy Parks: Betty Black
Janet Ward: Helen Grady
William Hansen: Secretario de defensa Swenson
Russell Hardie: Gen. Stark
Russell Collins: Gordon Knapp
Jonh Connell: Op. radio Thomas
Frank Simpson: Sullivan
Punto Límite
columbia pictures 1964
director: Sidney Lumet
guión: Walter Bernstein (basado en la novela de Eugene Burdick y Harvey Wheeler)
reparto
Henry Fonda: El Presidente
Dan O’Herlihy: Gen. Brig. Warren A. Black
Walter Matthau: Prof. Groeteschele
Larry Hagman: Buck
Fritz Weaver: Cor. Cascio
Frank Overton: Gen. Jack Grady
Ed Bins: Cor. Jack Grady
Sorrell Booke: Congresista Raskob
Hildy Parks: Betty Black
Janet Ward: Helen Grady
William Hansen: Secretario de defensa Swenson
Russell Hardie: Gen. Stark
Russell Collins: Gordon Knapp
Jonh Connell: Op. radio Thomas
Frank Simpson: Sullivan
Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb
¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (España)
Dr. Insólito (Latinoamérica)
columbia pictures 1964
director y productor: Stanley Kubrick
guión: Peter George, Stanley Kubrick, Terry Southern (basado en la novela Red Alert de Peter George)
reparto
Peter Sellers: Capitán Lionel Mandrake/Presidente Merkin Muffley/Dr. Strangelove
George C. Scott: General 'Buck' Turgidson
¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (España)
Dr. Insólito (Latinoamérica)
columbia pictures 1964
director y productor: Stanley Kubrick
guión: Peter George, Stanley Kubrick, Terry Southern (basado en la novela Red Alert de Peter George)
reparto
Peter Sellers: Capitán Lionel Mandrake/Presidente Merkin Muffley/Dr. Strangelove
George C. Scott: General 'Buck' Turgidson
Sterling Hayden: General Jack D. Ripper
Keenan Wynn: Coronel 'Bat' Guano
Slim Pickens: Mayor T.J. 'King' Kong
Peter Bull: Alexi de Sadesky (Embajador de Rusia)
James Earl Jones: Teniente Lothar Zogg
Tracy Reed: Señora Scott
Jack Creley: Señor Staines
Frank Berry: Teniente H.R. Dietrich
Robert O´Neil: Administrador Randolph
Glenn Beck: Teniente W.D. Kivel
Roy Stephens: Frank
Shanne Rimmer: Capitán G.A. 'Ace' Owens
Hal Galili: Miembro de defensa
Paul Tamarin: Teniente B. Goldberg
Laurence Herder: Miembro de defensa
Gordon Tanner: General Faceman
Keenan Wynn: Coronel 'Bat' Guano
Slim Pickens: Mayor T.J. 'King' Kong
Peter Bull: Alexi de Sadesky (Embajador de Rusia)
James Earl Jones: Teniente Lothar Zogg
Tracy Reed: Señora Scott
Jack Creley: Señor Staines
Frank Berry: Teniente H.R. Dietrich
Robert O´Neil: Administrador Randolph
Glenn Beck: Teniente W.D. Kivel
Roy Stephens: Frank
Shanne Rimmer: Capitán G.A. 'Ace' Owens
Hal Galili: Miembro de defensa
Paul Tamarin: Teniente B. Goldberg
Laurence Herder: Miembro de defensa
Gordon Tanner: General Faceman
Hace algunas décadas había una guerra en el mundo que se conocía con el nombre de Guerra Fría. Había comenzado al finalizar otra gran guerra¸ la segunda, que fue una reedición más cafre de la primera gran guerra... (y así sucesivamente). Durante casi 50 años se enfrentaron capitalistas contra comunistas, lo que dio para mucho; películas por ejemplo.
Los 60 habían comenzado de una forma bastante convulsa: el levantamiento del muro de Berlín, la crisis de los misiles de Cuba y hasta el asesinato de Kennedy. La gente andaba un poco acojonadita: el fin del mundo podía estar ahí mismo y no les iba a pillar a todos confesados.
En 1964 se estrenaron dos películas, ambas en Columbia Pictures, ambas en blanco y negro que cuentan en esencia la misma historia. Por culpa de un desquiciado en un caso y por un fallo técnico en el otro, EE.UU. lanza alguno de sus bombarderos con armas nucleares contra la Unión Soviética. Las dos películas narran, desde el punto de vista americano, los desesperados intentos de evitar el ataque y tienen un final similar.
Hay numerosas coincidencias de personajes: el presidente, la tripulación de los aviones, el teléfono que comunica con Moscú, los asesores con sus halcones y sus palomas.
Pero existe una diferencia fundamental: Stanley Kubrick decide rodear la historia de gags, muchos protagonizados por Peter Sellers en alguno de sus tres papeles, que suavizan el impacto de lo que vemos en la pantalla y Sidney Lumet, con menos medios económicos, recurre a la sobriedad y a la eficacia de los actores para montar un terrorífico suspense.
Cuenta la leyenda que cuando Kubrick supo que Lumet iba a rodar una historia similar con Henry Fonda y Walter Matthau, no se lo tomó muy bien e hizo todo lo que estaba en su mano para evitarlo. No consiguió frenar la producción de Fail – Safe pero sí que se estrenara más tarde que Dr. Strangelove.
Dr. Insólito (en su traducción latinoamericana) es divertida: la manera en la que el General 'Buck' Turgidson (George C. Scott) recibe la noticia de que hay unas bombas nucleares descontroladas, o el diabólico nombre del personaje de Sterling Hayden –General Jack D. Ripper, Gen, Jack el Destripador– ; visualmente atractiva: los estupendos títulos de crédito o la cabalgada del Mayor T.J. 'King' Kong (Slim Pickens) sobre la bomba, a pesar de que el tiempo hace que las escenas de los vuelos de los bombarderos queden un poco cutres. La famosa War Room, la Sala de Guerra, fue la protagonista de una anécdota de Ronald Reagan, aquel presi de los EE. UU. que acojonó a los niños de mi edad con el Día del Juicio Final vía guerra termonuclear global –de aquellas paranoias salió la entretenida Juegos de Guerra–. Cuando este actor llegó a la Casa Blanca pidió ver la famosa Sala de Guerra, cuando aquella sala no existía en realidad, era un escenario creado para la película.
Punto Límite es una drama, austero –tanto es así que no tiene ni música– más descriptiva, menos politizada y más creíble que Dr. Strangelove. Y quizás por eso mucho más angustiosa. Sorprende el comienzo con el sueño taurino del General Black (Dan O’Herlihy) y resulta curioso ver al malísimo de la tele del siglo pasado Jr (Larry Hagman) ejerciendo de eficaz traductor de ruso para el salomónico presidente interpretado por Henry Fonda.
En varios sitios he leído comentarios que defienden una frente a la otra. A mí las dos me parecen estupendas y de alguna manera se complementan. Y ambas coinciden en denunciar lo esencial: la estúpida obsesión por la seguridad total, que lleva a desarrollar absurdos planes de ataque con prohibición expresa de atender cualquier orden de rectificación, o esa siniestra máquina del Juicio Final (Dooms Day device).